En la preparatoria tenía una compañera que era amable, buena persona e inteligente. Cuando hacíamos
trabajos en equipo, la compañera siempre ponía lo mejor de ella para que todo
saliera bien. A mis amigos y a mí nos gustaba hacer los trabajos con ella
porque siempre terminaba haciendo todo. Nosotros no lo veíamos como algo
incorrecto, es más nos parecía algo genial.
Hasta que nos dimos
cuenta de que lo que hacíamos era Bullying, y nuestra compañera no se merecía
lo que le hacíamos.
Es triste saber que muchas veces nuestras acciones o
palabras pueden dañar a una o varias personas, sin siquiera darnos cuenta.
Antes de decirle o hacerle algo a una persona, hay que ponernos en su lugar y
pensar si nos gustaría que nos dijeran o hicieran eso.
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